Inspirada en el río Piraí, un ícono del oriente boliviano, la diseñadora ha creado una colección que refleja la fluidez y la energía de este cauce natural. Las prendas dibujan siluetas orgánicas y se arman en el cuerpo, al igual que el río traza su propio camino. El desarrollo de sus propios textiles es otro elemento destacado, con el uso de cintas de seda, un elemento clave en la cultura boliviana y un sello de la marca, que se transforma en el hilo conductor de la colección creando un diálogo entre la tradición y la vanguardia.